Irma Isabel Salazar Mastache
www.mastacheirma.net

jueves, 7 de febrero de 2013

TIC-USOS-ABUSOS


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Las redes sociales, computadoras y dispositivos móviles únicamente son medios y herramientas que pueden utilizarse para apoyar el proceso educativo. Sin embargo no son los entes educadores, esa responsabilidad sigue siendo del profesor. El uso de estas herramientas tampoco no implica que “deba” aplicarse todo el tiempo o durante todo el período de clase. Los profesores debemos utilizar precisamente esas herramientas para educar y no para sustituir nuestra presencia en las clases. Sin embargo aprender a aprender los usos de medios telemáticos, no ha sido sencillos. Aunque la mayoría de los docentes sabemos que las tecnologías son herramientas de enseñanza, aprendizaje e investigación.

Nativos e inmigrantes digitales de Alejandro Piscitelli (2006), permite reflexionar el proceso de transición entre una era y otra. Como todo proceso, se trata de intervalos que llevan resquebrajamientos, improvisaciones, indecisiones y confusiones que por falta del conocimiento total se generan de manera común.
Con lo que respecta al uso e implementación de las TIC en el aula de clases, en un principio se considerar herramientas que llegaron causaron desconcierto, confusión y rechazo entre algunos profesores, con el tiempo se fueron adaptando y se hicieron del conocimiento necesario para implementarlas en las aulas de clase. Sin embargo, independientemente de ser migrante o inmigrante digital, considero que es importante reflexionar sobre la necesaria intervención de profesores y adultos responsables de la educación de los menores, debido a que las probabilidades del uso adecuado-positivo o inadecuado-negativo, que den los estudiantes den a las TIC tiene la misma probabilidad. Es decir, tan probable es que las TIC se aprovechen en el proceso de aprendizaje y conocimiento de los estudiantes, como que se utilicen para crear violencias online entre profesores y estudiantes.
Por otro lado, valdría la pena revalorar el uso que le dan a las TIC algunos profesores al momento de utilizarlas como herramientas de formación, porque pudieran utilizarlas como nuevas formas de pizarrón para que los estudiantes se dediquen a copiar sus contenidos. De ser así, el subrayado de libros y copiada a las libretas se sustituirá por copiado de presentaciones, por lo que la implantación de las TIC no tendría ningún sentido.
En resumen, el rumbo que se las TIC tengan en estudiantes de secundaria, depende del conocimiento que los profesores tengan al respecto. A menor conocimiento de la ventaja que las tecnologías (traducidas en el uso de medios telemáticos), ofrezcan al proceso de enseñanza-aprendizaje, mayor será el abuso que los menores hagan de las tecnologías. Dicho de otro modo, sin no existe un guía adecuado que proporcione a los menores estudiantes otras formas de usar las tecnologías, ellos seguirán utilizándolas solo para descargar música, juegos, chatear o hacer daños a los otros. 

A partir de lo anterior descrito, estoy a favor de que los menores tengan mayores habilidades para utilizar diferentes medios telemáticos, pero eso no quiere decir que tengan mayor conocimiento sobre la historia, usos y abusos de las TIC. Por su parte los procesos culturales, son justamente los que deben poner límites a los menores para que las tecnologías no se conviertan en herramientas enemigas entre profesores-estudiantes y estudiante-estudiante como se muestra en la lámina. Diferentes formas de hacer de violencia valiéndose de las tecnologías de la información y comunicación [Sexting, Sextorsión, Happy Slapping, Ciberbaiting y Ciberbullying]. 

Violencias distintas que comparten un mismo fin, desconocer los derechos del otro. De ahí la importancia de formar a los estudiantes bajo la educación intercultural para la paz, misma que reconoce en las diferencias humanas una alternativa de aprendizaje constante.

Después de estas reflexiones considero que los nativos digitales son solo un mito, pues los niños de “ahora” no nacen con chip tecnológico, ni se les coloca al momento de naces, más bien, el acercamiento que tienen de los niños y estudiantes de hoy con las tecnologías, depende de los adultos responsables de su educación (familias y docentes), al igual que el uso adecuado o inadecuado que éstos le den a las nuevas TIC.

lunes, 10 de diciembre de 2012

REFLEXIONES DE FORO



Estudio de Caso:
La maestra Sara, productora de bullying en su aula

Presenta:
Irma Isabel Salazar Mastache


Contexto:
Hablar de bullying en México resulta arriesgado y confuso, ya que se está retomando un término que fue creado bajo circunstancias particulares de otro país distinto, con marcadas diferencias sociales, culturales, económicas, políticas y religiosas que difieren a las mexicanas. Sin embargo, últimamente pareciera que todo lo que tiene que ver con violencia y agresión, aún fuera de los escenarios escolares es bullying, lo que causa grandes confusiones al momento de querer buscar alternativas de mejora en la convivencia escolar.
El psicólogo Dan Olweus es el primer estudioso del tema bullying. En 1973 comienza a preocuparse por la violencia escolar en su país Noruega, pero concentra su atención en el tema a partir de 1982 con el estudio de este fenómeno a raíz del suicidio de tres jóvenes en ese año. A finales de los 80´s, Olweus desarrolla la definición para el acoso escolar o bullying, delimitando su concepto a la acción de cuando un estudiante es acosado o victimizado, o cuando está expuesto de manera repetitiva a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes.

Para no confundir el bullying con otras agresiones escolares es importante distinguir sus semejanzas y diferencias. Una de las semejanzas entre bullying y otras violencias con las que se le llega a confundir, son los comportamientos agresivos, físicos y verbales entre estudiantes, manifestaciones de mala conducta que al igual que el bullying merecen un trato especial porque que también causan daño de manera intencionada en sus víctimas, pero que no pueden considerarse bullying porque aunque se presentan en la cotidianidad escolar los agresores y los agredidos cambian constantemente, tratándose de una intimidación común, en la que por lo general, lo que se pretende es medir la fuerza, la popularidad o  el poder entre iguales.

Por ello, en la escuela secundaria es común encontrar en algunos alumnos actitudes y prácticas de intolerancia frente a los otros compañeros que son diferentes en lo religioso, en las preferencias sexuales, en la condición étnica, en el aspecto físico, o en alumnos minusválidos. Es frecuente que los intolerantes procedan con agresiones físicas y verbales contra los compañeros que no comparten su pensar y su actuar,  rechazando las diferencias y desconociendo los derechos del otro diferente. 
Frente a la situación descrita, el caso de estudio que se analiza durante este bloque, no es precisamente de violencia entre alumno-alumno; más bien de la influencia que tienen algunos profesores y profesoras frente a sus estudiantes, y como esa influencia, traducida en manifestaciones violentas de exclusión y rechazo hacia un alumno en concreto, se convierte en modelo a seguir en el resto de los compañeros de clase. Provocando algunas veces conflictos y otras violencias entre compañeros.

Estudio de caso:
Resultados parciales de mi actual investigación en escuelas secundarias, muestran que la tendencia por parte de los maestros y maestras a minimizar la gravedad de las agresiones entre iguales es porque las consideran:
-          como algo inevitable, sobre todo entre los estudiantes hombres
-          como problemas que los estudiantes deben a prender a resolver sin la intervención de adultos, ya sea, para hacerse más fuertes
-          porque todos pasamos por eso
-          porque es parte del proceso de formación.

Esta postura docente de mantenerse al margen frente ciertas agresiones y violencias entre estudiantes no es ni la única, ni la más alarmante. Registros en el diario de campo etnográfico junto con algunas entrevistas realizadas a estudiantes y profesores de secundaria revelan situaciones y características que relacionan a las agresiones y violencias entre escolares con los procesos de intolerancia, discriminación y exclusión en la interacción profesor-alumno.

Sara: Oscar, reparte estas hojas. ¡Ve que te ayuden!
Oscar: ¿maestra, a Raúl y José también?
Sara: sólo a José, a Raúl no tiene caso, es un burro holgazán que ya me tiene arta; dale la hoja a José y tráeme las demás[1].  

Este diálogo, es ejemplo no solo de conductas discriminatorias y excluyentes en el aula, sino de procesos de formación y enseñanza al considerar a la escuela como el lugar donde los alumnos van a aprender y los docentes a enseñar. Además, permite dar cuenta que el acto de enseñanza docente dista mucho de transcurrir sólo en el área cognitiva del alumno. Por tanto, y desde esta perspectiva, la interacción profesor-alumno puede considerarse como una condición más de riesgo escolar. Este cambio en su representación pudiera ayudar a comprender la posible influencia de los maestros y maestras en el acoso escolar entre iguales; el posible incremento de situaciones de riesgo en los y las estudiantes de secundaria y la escasa resolución pacífica de conflictos en el aula.


Estrategias de resolución de caso
De acuerdo con Ramírez Montoya, los modelos de enseñanza se vinculan con estrategias de diversa índole y requieren ser trabajados con intenciones muy claras para lograr ciertos objetivos de aprendizaje.

Ante esto, la revisión de la lectura del capítulo 2 del eBook, Modelos y estrategias de enseñanza, en la que se abordan, principalmente cuatro categorías de estrategias (construcción, contextualizadas, de reflexión y mediadas por tecnología) para proponer modelos de enseñanza que puedan enlazarse con los modelos de aprendizaje, “en el sentido de que la finalidad última es la generación de esos aprendizajes, a través de procesos de planeación, implementación y evaluación” (Ramírez, 2012, p. 3), ante las nuevas características y necesidades que los estudiantes requieren para aprender en espacios sociales y educativos libres de violencia, me permite considerar los siguientes modelos de enseñanza y estrategias de intervención, que más adelante se analizaran como alternativas de convivencia armónica en las aulas de clase.

Modelo de análisis con estrategia de construcción
-       Construcción del conocimiento. No se trata que el alumno sólo resuelva el problema, sino que aprenda del problema. El aprendizaje es un proceso activo

Modelos de colaboración con estrategias contextualizadas
-          Roles diferenciados

Modelo de aplicación con estrategias de indagación
-          Toma de decisiones

Modelo de pensamiento con estrategias de reflexión
-          Examinar el motivo


Bibliografía

Olweus, D. (s/f), Acoso escolar, “Bullying”, en las escuelas: Hechos  intervenciones. Centro de Investigación para la promoción de la salud, Universidad de Bergen, Noruega. Disponible en: http://www.acosomoral.org/pdf/Olweus.pdf. Fecha de consulta: 11 junio 2010.

Ramírez, M. S. (2012).  Modelos y estrategias de enseñanza para ambientes innovadores. Editorial Digital Tecnológico de Monterrey. México


[1]  Datos puros extraídos del diario de campo etnográfico. Los nombres que aparecen han sido modificados por respeto al estudiante y su profesora y por ética profesional de la investigadora.