Las redes sociales,
computadoras y dispositivos móviles únicamente son medios y herramientas que
pueden utilizarse para apoyar el proceso educativo. Sin embargo no son los
entes educadores, esa responsabilidad sigue siendo del profesor. El uso de
estas herramientas tampoco no implica que “deba” aplicarse todo el tiempo o
durante todo el período de clase. Los profesores debemos utilizar precisamente
esas herramientas para educar y no para sustituir nuestra presencia en las
clases. Sin embargo aprender a aprender los usos de medios telemáticos, no ha
sido sencillos. Aunque la mayoría de los docentes sabemos que las tecnologías son
herramientas de enseñanza, aprendizaje e investigación.
Nativos e inmigrantes digitales
de Alejandro Piscitelli (2006), permite reflexionar el proceso de transición
entre una era y otra. Como todo proceso, se trata de intervalos que llevan
resquebrajamientos, improvisaciones, indecisiones y confusiones que por falta
del conocimiento total se generan de manera común.
Con lo que respecta
al uso e implementación de las TIC en el aula de clases, en un principio se
considerar herramientas que llegaron causaron desconcierto, confusión y rechazo
entre algunos profesores, con el tiempo se fueron adaptando y se hicieron del
conocimiento necesario para implementarlas en las aulas de clase. Sin embargo,
independientemente de ser migrante o inmigrante digital, considero que es
importante reflexionar sobre la necesaria intervención de profesores y adultos
responsables de la educación de los menores, debido a que las probabilidades
del uso adecuado-positivo o inadecuado-negativo, que den los estudiantes den a
las TIC tiene la misma probabilidad. Es decir, tan probable es que las TIC se
aprovechen en el proceso de aprendizaje y conocimiento de los estudiantes,
como que se utilicen para crear violencias online entre profesores
y estudiantes.
Por otro lado,
valdría la pena revalorar el uso que le dan a las TIC algunos profesores al
momento de utilizarlas como herramientas de formación, porque pudieran
utilizarlas como nuevas formas de pizarrón para que los estudiantes se dediquen
a copiar sus contenidos. De ser así, el subrayado de libros y copiada a las
libretas se sustituirá por copiado de presentaciones, por lo que la
implantación de las TIC no tendría ningún sentido.
En resumen, el rumbo
que se las TIC tengan en estudiantes de secundaria, depende del conocimiento
que los profesores tengan al respecto. A menor conocimiento de la ventaja que
las tecnologías (traducidas en el uso de medios telemáticos), ofrezcan al
proceso de enseñanza-aprendizaje, mayor será el abuso que los menores hagan de
las tecnologías. Dicho de otro modo, sin no existe un guía adecuado que
proporcione a los menores estudiantes otras formas de usar las tecnologías,
ellos seguirán utilizándolas solo para descargar música, juegos, chatear o
hacer daños a los otros.
A partir de lo
anterior descrito, estoy a favor de que los menores tengan mayores habilidades
para utilizar diferentes medios telemáticos, pero eso no quiere decir que
tengan mayor conocimiento sobre la historia, usos y abusos de las TIC. Por su
parte los procesos culturales, son justamente los que deben poner límites a los
menores para que las tecnologías no se conviertan en herramientas enemigas
entre profesores-estudiantes y estudiante-estudiante como se muestra en la
lámina. Diferentes formas de hacer de violencia valiéndose de las tecnologías
de la información y comunicación [Sexting, Sextorsión, Happy Slapping, Ciberbaiting
y Ciberbullying].
Violencias distintas
que comparten un mismo fin, desconocer los derechos del otro. De ahí la
importancia de formar a los estudiantes bajo la educación intercultural para la
paz, misma que reconoce en las diferencias humanas una alternativa de
aprendizaje constante.
Después de estas
reflexiones considero que los nativos digitales son solo un mito, pues los
niños de “ahora” no nacen con chip tecnológico, ni se les coloca al momento de
naces, más bien, el acercamiento que tienen de los niños y estudiantes de hoy
con las tecnologías, depende de los adultos responsables de su educación
(familias y docentes), al igual que el uso adecuado o inadecuado que éstos le
den a las nuevas TIC.